Apr 17, 2009

El efecto Susan Boyle

Para todos los lectores que han vivido debajo de una piedra por la ultima semana, debo invitarlos primero a que vean este video (denle click, los manda a You Tube por razones de copy rights). 

¿Ya? ¿Me siguen? Perfecto. El video ha logrado conmocionar el internet, las redes sociales, a mí, con lágrimas desconsoladas; a los cínicos, los amarillistas y a los cursis, teniendo más de 20 millones  de visitas en You Tube (en justicia, soy responsable de unas 10) con apenas 3 dias de haber salido al aire. Debo agregar aquí el comentario obligatorio sobre el poder de las redes sociales de internet, y de la capacidad que han demostrado tener para mover masas y cambiar como rayo nuestro entorno, a través de un tipo de democracia electrónica que a más de uno ha llamado la atención. Debería extenderme a alabar la accesibilidad y empoderamiento que otorgan los medios tecnológicos actuales para dar voz a los sin voz, y poner en el "spotlight" a quienes antes vivían en las sombras de una cueva de ermitaños. Sin embargo, no estaría agregando nada a una discusión que percibe hasta el más falto, y de la que se han escrito no volumenes, sino paginas web enteras (que si el poder de Twitter, que si la relevancia del Facebook, o como lo decía excelentemente un muy admirado amigo "estoy en Facebook, luego existo" - pg25). No, hoy no es el día para esto. Hoy, en vez de hablar como el "social media" está cambiando al mundo, hablemos de como Susan Boyle, "dreaming her dream" cambió al mundo.


Pero, ¿qué es lo que nos impresiona tanto? ¿Qué super poderes tiene esta mujer de 47 años, salida de un "village" irlandés donde aparentemente hay escasez de pinzas depiladoras?

Pues eso. El hecho de que nos sorprende tanto el factor de que una mujer (¿será eso?) de 47 años (¿será eso?) que no ha pasado por la mesa del cirujano plástico (¡quiza es eso!) esté tratando de lanzarse al estrellato con PURO talento verdadero, del que no es grabado, ni cocinado en un estudio, constituye un verdadero llamado de atención a lo que somos como sociedad global. 

Ojalá algún día podamos ver el talento sin ver de quien viene. Ojalá este sea el camino para que tantas Susan Boyle que hay allá afuera, que por ser mujeres, y vivir en una sociedad donde la mujer vale por como se ve, puedan ser reconocidas por sus capacidades y por el valor (poniendonos cursis) "de adentro". Ojalá no necesitemos, como sociedad global, una cachetada en la cara viniendo de una fuerza de la naturaleza en vestido de ama de casa, para darnos cuenta que nuestros valores no están donde deberían. Ojala un día, otra Susan Boyle conquiste al mundo con su canto, y que a nadie le sorprenda en lo más mínimo.

Apr 14, 2009

Si todos estamos solos... ¿no estamos juntos en eso?

Dicen que el hombre es un ser social. Social, en el sentido de que necesita de los demás, para validarse o para humanizarse. Por algo venimos al mundo en "familias", y es necesaria la intervención de otros seres humanos en el proceso de... bueno, aparecer en la vida, cosa que no se logra por generación espontánea (aunque hemos avanzado tanto con la ciencia que ahora probablemente estamos cerca de lograrlo, pero aún así no se rompe la teoría porque alguien debe pagar las cuentas de esos experimentos). 

Y sin embargo, a veces, algunos constantemente y otros algunos domingos de lluvia por la noche, nos sentimos solos. Solos, rodeados de gente. Solos en una era en que las posibilidades de networking son hasta morbosas (sorry, Demi... or should i say @mrskutcher?), una era en la que voluntariamente vivimos en vitrina y en la que el cuaderno viejo en el que de niños pintarrajeabamos y pensabamos por escrito se ha convertido en blogs o notas de Facebook.

Nos sentimos solos, cuando la distancia que nos separa de los amigos que estan lejos es franqueable apretando un par de botones. Solos, cuando nuestra familia es de la poca gente que podemos tomar por sentado, porque en la casa es donde somos más insoportables y donde por lo general, se nos quiere más.

Qué complicado es el ser humano. La insaciabilidad debería convertirse en la nueva curiosidad que mató al gato. Y me incluyo en este club de paradójicos, porque yo, también me he sentido sola. Y no vale la pena, porque nadie está solo. Nos sentimos solos cuando tenemos mucho tiempo libre y pensamos demasiado en nosotros mismos. Nos sentimos solos cuando hemos sido el amigo que no quisieramos tener y nos come el remordimiento. Nos sentimos solos cuando, después de ver a cada lado, no somos capaces de contar las bendiciones. Nadie está solo. Está la familia y están los amigos que se vuelven familia para quienes la primera les salió deficiente. Y para todo lo demás, existe el Prozac, apoyado en la voluntad y en la santa y real gana de ser feliz.

Apr 9, 2009

Cuando sea grande, quiero ser busera

Ayer me enfrenté a la triste realidad que vive El Salvador. Al presidente electo, le va a tocar heredar una policía sin autoridad, y un estado de derecho que más bien atiende a los caprichos de los buseros que a las leyes.

Resulta que los señores empresarios del Transporte, en protesta ante las muertes de ciertos miembros de su gremio, tuvieron a bien el bloqueo de la Ruta de las Flores, zona que se destaca por el comercio turístico y gastronómico, y que debo agregar, solo tiene un carril para cada sentido. El daño no fue mayor cosa: la dimensión de nuestro territorio permite que a través de una vuelta en U, uno pueda llegar al mismo lugar yendose por un camino completamente distinto sin perder más que un par de horas.

Aún así, me queda grabada en la memoria la mirada de impotencia del agente de policia que me informaba del cierre de la calle: "es que se han tomado la calle". Osea que si los buseros el dia de hoy deciden tomarse la calle, y mañana la gremial de empresarios de la caña de azucar, y pasado la asociación protectora de las lechuzas sin hogar, no hay nada que la policia pueda hacer al respecto, ya que por motivos que se escapan de mi conocimiento, es más importante defender el derecho al desorden y al capricho de unos cuantos, que el derecho de tránsito del resto de ciudadanos que viajamos en paz, y de otro montón de turistas que imagino, se van a ir con una cálida imagen de nuestro país debido a los contratiempos que los han hecho pasar.

Cuando sea grande, quiero ser busera. ¿Subsidios del gobierno por manejar mal y maltratar a sus clientes? Check. ¿Derecho a tomarse las calles mientras el mundo entero te mira impávido e impotente? Check. ¿Protección de la Asamblea legislativa? Check and check (uno por cada diputado con inversiones en el sector del transporte). ¿Poder ir drogado al trabajo? Check. ¿Respeto de la Policia? Check. Gracias a Dios, todavía no es tarde para un cambio de profesión.