Apr 14, 2009

Si todos estamos solos... ¿no estamos juntos en eso?

Dicen que el hombre es un ser social. Social, en el sentido de que necesita de los demás, para validarse o para humanizarse. Por algo venimos al mundo en "familias", y es necesaria la intervención de otros seres humanos en el proceso de... bueno, aparecer en la vida, cosa que no se logra por generación espontánea (aunque hemos avanzado tanto con la ciencia que ahora probablemente estamos cerca de lograrlo, pero aún así no se rompe la teoría porque alguien debe pagar las cuentas de esos experimentos). 

Y sin embargo, a veces, algunos constantemente y otros algunos domingos de lluvia por la noche, nos sentimos solos. Solos, rodeados de gente. Solos en una era en que las posibilidades de networking son hasta morbosas (sorry, Demi... or should i say @mrskutcher?), una era en la que voluntariamente vivimos en vitrina y en la que el cuaderno viejo en el que de niños pintarrajeabamos y pensabamos por escrito se ha convertido en blogs o notas de Facebook.

Nos sentimos solos, cuando la distancia que nos separa de los amigos que estan lejos es franqueable apretando un par de botones. Solos, cuando nuestra familia es de la poca gente que podemos tomar por sentado, porque en la casa es donde somos más insoportables y donde por lo general, se nos quiere más.

Qué complicado es el ser humano. La insaciabilidad debería convertirse en la nueva curiosidad que mató al gato. Y me incluyo en este club de paradójicos, porque yo, también me he sentido sola. Y no vale la pena, porque nadie está solo. Nos sentimos solos cuando tenemos mucho tiempo libre y pensamos demasiado en nosotros mismos. Nos sentimos solos cuando hemos sido el amigo que no quisieramos tener y nos come el remordimiento. Nos sentimos solos cuando, después de ver a cada lado, no somos capaces de contar las bendiciones. Nadie está solo. Está la familia y están los amigos que se vuelven familia para quienes la primera les salió deficiente. Y para todo lo demás, existe el Prozac, apoyado en la voluntad y en la santa y real gana de ser feliz.

2 comments:

verbo said...

Yo he tenido ese sentimiento, el mismo, exacto, de soledad. Algunas veces es difícil describirlo, porque, como vos decís, tenemos amigos cerca; ya sea a nuestro lado o al alcance de un botón, pero no estamos satisfechos. Por más avances que hayan en la ciencia y tecnología, o por más veces que veamos el trasero de @mrskutcher (I follow her by the way), no estamos satisfechos. Creo que aquí es donde tenemos que recapacitar en el verdadero significado de la vida, y el deseo de ser felices.

pearvision said...

Que interesante lo que escribes y describes c R i s. Te interesaria publicarlo en un libro tradicional? Escribe al e-mail: melvin@bombadilpublishing.com
y te doy mas detalles sobre todo de las "Royalties" que pagamos.
Atte. Melvin González.