Mar 16, 2008

Cold Turkey

Creo que nuestro blog no es más que un diario colectivo. Si la gente supiera las conversaciones que tenemos los tres columnistas, si supieran nuestros más profundos secretos, nuestros verdaderos vicios, nuestros proyectos, nuestros sueños, ambiciones y opiniones… digamos que si fuera película… la tuviera que dirigir Almodóvar, Tarantino bajo una fuerte influencia y asesoría de David Lynch.

El ejemplo de las drogas es bueno… pero recordemos alguien que puede dominar algo así es tal vez alguien que lleve unos 9 años bien vividos, solo ahí puede saber cuanto, como, donde y cuando se puede usar sin que los resultados interfieran con nada más. Pero cuando hablamos de sentimientos… las cosas no funcionan así, el efecto dura mas… para los sentimientos no hay rehabilitación. Las drogas, no importa que hagas, siempre vas a estar a un mes y $20,000 dólares de tu estado natural.

Creo que el consejo más sabio es no parar de sentir… es un juego nuevo… tengo que aprender a jugar antes de poder empezar a ganar. No tiene sentido dejarlo todo, así como no tiene sentido irse Cold Turkey…

Todo esto creo que puede ser resumido en la teoría que presento el año pasado el Economista Nassim Nicholas Taleb, en su libro “The Black Swan”. El ser humano en todo aspecto de su vida trata de planear y anticipar el futuro en función de sus experiencias pasadas, sin darse cuenta que en realidad el futuro es totalmente independiente de lo que se ha vivido antes.

Creo que de esta situación particular se puede sacar una lección general o una tendencia… la incertidumbre es algo real para nuestras vidas pero es totalmente relativa. Un ejemplo… cumplo años, invito a una pool party en mi casa, empiezan a llegar amigos y familia y cada uno trae un regalo, para mi la incertidumbre de lo que viene dentro de los regalos es grandísima, pero para ellos es nula, porque ellos lo empacaron.

Las personas son como regalos no sabemos que llevan dentro, algunos vienen en cajas ENORMES que uno piensa que el contenido es bárbaro!! Que lo que llevan dentro nos va a cambiar la vida, y pasamos toda la fiesta pensando que puede venir dentro de un regalo tan grande, al final de la fiesta, cuando se van todos me acerco al regalo grande (ignorando todos los pequeños) y empiezo a abrirlo, después de quitarle el papel encuentro una caja, al abrir la caja encuentro otra… mientras paso de caja a caja aquella emoción se transforma en agonía… en agonía por saber que en realidad trae o si en realidad esta vacía…

No puedo dejar de pensar si tal vez el regalo mas pequeño traía aquel regalo en realidad perfecto… muchas veces al pensar esto la gente deja el regalo grande a medias y se va por los pequeños, pero al decepcionarse con los pequeños quiere regresar al grande… y a veces es demasiado tarde.

Es así como los regalos grandes pueden ser un Black Swan… o como dijeran en mi tierra, “te dejan sin el plato y sin la sopa”

Esto se llama “riesgo” y modificando un poco las palaras de un gran amigo… es mejor tomar los riesgos aunque estos impliquen meterse en unos vagones de unas montañas rusas que tienen caídas de noventa grados, espirales que parecen no terminar y para hacer las cosas peores, los asientos y los frenos defectuosos.

Prefiero estas montañas rusas, prefiero los abismos, las vueltas bruscas, la sensación de vacio… prefiero este drama, esta aventura que pasar sentado sin hacer nada. Lo que me queda de experiencia es que la aventura se goza, sea lo que sea que nos pase en el camino son pocos los que se atreven a meterse en los vagones, por lo menos en los vagones en los que nos hemos metido nosotros (OA, CC, JJ).

Me acabo de caer de mi primera montaña rusa, grite como mujer pariendo jajajajaja, pero me gusto…Me veo caminando directo una vez mas a la línea de los vagones… golpeado, sangrado pero con una sonrisa, esta vez no quiero llegar a ningún lugar voy a donde me lleve… pero traigo una arma nueva, un arma muy poderosa, ahora estoy preparado porque se que:

Del futuro no debo esperar nada.

1 comments:

BRYAN7788 said...

Un tanto sangriento el parrafo antes del cierre.
La metáfora del regalo es genial.

Construyendo sobre eso:
Acuerdo contigo en ver los sentimientos como un regalo a otra persona. Como todo en la vida, dar algo, te hace esperar algo. De ahí nace la incertidumbre, de la espera.
A veces la gente te da un regalo pequeño (y es realmente pequeño), y lo que esperabas era algo grande. No esta ahí la incertidumbre, está ahí la decepción. Y está bien, pues no ilusiona abrir el regalo (no hace dar rodeos para llegar dentro, es sincero y no te hace perder más tiempo).
A veces la gente te da un regalo grande, es ahí la incertidumbre: ¿Será un regalo grande o pequeño? Quitar cada envoltorio, es difícil y lleva tiempo.
Si es grande, no te hace perder mayor tiempo. Si esperabas uno pequeño, y puede imponer el pesar de sentirte en deuda. Pero si esperabas uno grande te hace sentir recompensado y muy feliz.
Si es pequeño y esperabas encontrar algo valioso al final, te sentirás defraudado, como en todo.
Es así que quien no espera, no se verá defraudado, cosa muy difícil, sobre todo en la juventud. Esperar en sí no es malo: Detectar patrones nos ayuda en la vida.
Es como saber ajustar bien la montaña rusa. Y sabiendo "qué esperar" (la caída) podemos protegernos. Siempre habrá imprevistos, y eso nos modula, aprender a saber qué esperar es -a mi juicio- lo mejor.
Así no te sorprenderá encontrar un regalo pequeño con tanto adorno que pareciese grande.