Kudos a Ben Affleck y su debut como director. Superó mis expectativas (¿qué puede esperarse de alguien que prestó su nombre y talento para algo así?) con creces, regalandome 2 horas de mal sabor de boca y desquebrajamiento emocional con una película que, incluso horas después de que han rodado los créditos, lo deja a uno pensando en qué es lo que está bien o está mal en el mundo y en la raza humana. Conecto la película al tema que movió a mi co-blogger a disturbar el mar en calma que era este blog estos últimos días.
Pasa en la película. Y pasó en una taquería. Y está pasando en las calles. Y no solo en países donde cada día se lucha a brazo partido por salir del subdesarrollo sino que también pasa en aquellos lugares donde la gente es limpia y cumplidora de la ley y el orden (I'm looking at you, Austria!).
No es que Dios duerma la siesta. No se aplica aquello de que "cuando el gato está dormido los ratones hacen fiesta". Los que nos dormimos somos nosotros. La raza humana en general. En nuestros laureles de ciudadanos buenos y decentes. Como pasa tan seguido, se vuelve "normal" (by the way, odio esa palabra, porque, ¿qué es normal?), y comienza a crecer un cayo en la conciencia, y una mascara que también le dicen indiferencia y que ayuda a dormir de un tirón todas las noches.
No me malinterpreten. No soy ninguna valiente. Esto no es un llamado a que agarremos a palos al próximo imbécil con apariencia de pedófilo que nos encontremos en un semáforo, en el banco o por qué no, en una taquería en donde estemos bajándonos la noche. Creo que la vida devuelve lo que uno le pone, y estoy segura que el pedófilo que ha despertado este hilo de pensamiento entre nosotros, va a cosechar lo que ha sembrado. No me toca a mi juzgarlo (lucky for you bastard!). Lo que estoy segura, esque habrá esperanza para la población de esta tierra mientras estas escenas todavía nos revuelvan el estómago. Sin importar la frecuencia y la vasca permanente.

7 comments:
Me gusta la relación que hacés. Pero, no sé. Creo que me he quedado con un mal sabor de boca. ¿Cómo puede un revoltijo de estómago definir la esperanza? Ya sé, es una metáfora. Pero creo que al juzgar una acción, por macabra que sea, estás juzgando a la gente. A mí no me gusta que me señalen. No me gusta ser comparado. Cuando me comparan, me siento decadente. Incómodo. Enojado.
Es cierto, no podemos obviar los problemas. Pero sólo hace falta ver la reacción de un Caín resentido ante un Abel santulón y lameculos. Muchas veces me pongo a pensar que más de alguna persona actúa por el resentimiento hacia tantos civiles que se autoproclaman "la voz de la justicia" por las mismas arbitrariedades de la moral.
Creo que yo lo haría, y eso que me considero una buena persona. ¿Vos no?
También estoy en contra de juzgar gente, porque ¿quién me nombró el Simon Cowell de este American Idol llamado vida? Tampoco quiero que nos volvamos "la Liga de la justicia" con nuestro reproche a las acciones que revuelven el estómago. Lo único que pretendo con esta opinión, es que no te acostumbres a las acciones mierda, por mucho que las veas todo el día. Repito, no soy nadie para juzgar. Probablemente el hecho de que en mis adentros condene o no una acción no cambia nada en sentido práctico (el que ponga cara de asco no disminuye la cantidad de violaciones o maratones pedofílicas) pero creo que mi asco me hace mejor persona a mi, que es al final lo único que a cada quien le importa (porque el hombre es egoísta, o no?) porque al pedófilo no puedo cambiarlo. Ni a las estadísticas. Una revolución interna, inconformismo sano y personal, ¿me explico?
No se si soy buena o mala persona. Creo que ahorita soy una versión imperfecta y en constante cambio de lo que podría llegar a ser. Lo que si se, es que el resentimiento de quienes me juzgan basados en "la voz de la justicia" no es lo que me mueve a actuar. Puede ser que no siempre he tomado las decisiones más racionales o políticamente correctas en base a ese criterio. Pero si las que me han hecho más feliz. Siento que actuar en base a una relación causa-efecto con un resentimiento contra la gente a la que no puedo cambiar me limitaria un tanto mi libertad. Y eso "non me piacce". Espero tu comment.
Y ahora: "EL COMENTARIO TANGENCIAL NADA QUE VER CON LA DISCUSIÓN" traído a ustedes por Yolanda Desireè:
¡Hey! Juan Sánchez... no seas mala onda con ADAN... no le digas santulón ni lameculos sólo porque era un vergón que trabajaba mejor que su hermano. Eso se llama: TERCERMUNDISMO MENTAL. Típico de colegio: "Ese bicho es un nerd porque saca 10"... o "ese chero es un lameculos porque trabaja más que yo, el jefe siempre lo felicita, gana más y tiene mejores cosas"... jajaja, típica expresión. No vaya a ser que esos apelativos ofensivos se lo ganen también las personas trabajadoras, los que se queman las pestañas estudiando, los que inviertan su dinero y sus bienes en un proyecto generoso y grande como lo es MI PAÍS -y les vaya bien-. Tildar de "lameculos" a los "exitosos hechadores de verga" eso señores, ¡Me parece una injusticia!
Muchas gracias.
:)
¡He dicho! Olé.
Hey, editor20. Perdón por no contestar rápido. No había revisado mi correo.
Ahora, si bien es cierto, digamos que Abel es esa persona ideal. El hombre global: ese que trabaja y puede hacer desarrollar al país. Caín es el TERCERMUNDISMO MENTAL.
No creo haber dicho que Abel peque de trabajador, creo que Abel peca de polarizar a esa pequeña sociedad. Peca de partir a un UNO en DOS. Omar Rincón dice que es esa polarización lo que más alimenta la cultura del miedo.
Pero, ahora, sigamos tu punto. Caín es el tercermundismo, eliminalo. Abel es la perfección. Me imagino que en tu Edén de la renta media alta viven muchos Abeles. Como decía Orwell, "todos son iguales, pero otros son más iguales que otros".
Para los demás está el infierno. Ojalá jamás se acerquen a nuestra tierra de nunca jamás.
¿A quién no le gusta la perfección? Son bonitas las burbujas especulativas. No quiero burst your bubble, pero el tercermundismo mental también se siembra en el "nerd del colegio que saca 10" y lo restriega a los demás "seres no iluminados" diciendo que es fácil.
Me imagino que también se despide con un "Olé" para jactarse de su superioridad.
Éxitos, amigo.
En cuanto al comentario de CRIS. Me encanta tu punto. Esos actos sí van en contra de mis principios. Pero te lo digo por un estudio que se hizo sobre las razones por las que la violencia cada vez es más intensa en el pulgarcito de América.
Es excluyente para un ser humano ver como sus hermanos yacen en el suelo sin camisa con una pistola apuntándoles. Es todavía más excluyente ver que, al voltear la página, nos encontramos con un mensaje subliminal de "la gente buena come en McDonalds".
Sólo digo que no podemos abstraernos de ellos, y mucho menos verlos como un problema. Muchas veces sus actos derivan de nuestro asco hacia ellos.
Juan:
Diste con Abel… y también con Caín… y me imagino que si sacaste a estas dos personas es porque conoces esa historia y que Caín mató a Abel por ENVIDIA. ¡¡¡¡ESO ES EL TERCERMUNDISMO MENTAL!!!! A ver si me explico: meter sancadía, puyar los ojos, serruchar el piso, hacerle a otro “la maldita”, cometer falta, HACER QUE EL OTRO PIERDA PORQUE YO NO GANO. ESO ES TERCERMUNDISMO MENTAL. Ahora bien, si el otro pierde como consecuencia de que yo gané en una justa competencia…, pues eso es fútbol, y ya. Pero PROVOCAR QUE EL OTRO PIERDA SÓLO PORQUE SI, PORQUE LE TENGO ENVIDIA, PORQUE HA ALCANZADO UN LOGRO QUE YO NO… NI ME ESFUERZO POR ALCANZAR… ¡¡¡ESO ES EL TERCERMUNDISMO MENTAL!!!
No estoy hablando de pobres o ricos DE CAPITAL. Hablo de lo que TÚ, Juan Sánchez comentaste en mi blog: HABLO DE POBREZA Y RIQUEZA MENTAL, CULTURAL. Espero que con esto quede claro el asunto del TERCERMUNDISMO MENTAL. Otra cosa… ODIO A LOS PUTOS NERDS… porque me caen mal y ya. Aclaro que no identifico a un “nerd” como un tipo listo que estudia… mi concepto de “nerd” es como el de la película esa de los NERDS… tipo raro y pato que se divierte y se excita con las teorías de Stephen Hawking.
¡Recorcholis! Juan Sánchez… habemus problemam communicationem… jajaja… me siento mal de no haber sido claro con MI CONCEPTO DE TERCERMUNDISMO MENTAL.
Y aclaro a todos los no-televidentes… mis comentarios no van por la lucha de clases, ni nada por el respecto… NO. Amo a los pobres y a los fans del Ché Guevara, los quiero mucho con mi corazoncito tan bello… pero claro, vivimos parados sobre una ALKA SELTZER, un poquito de saliva que salga de nuestra boca y comienza a hacer efervescencia el piso ¡PUTA!... NO… NO, NO. Tranquilos. Paz. Peace and love.
Mi “Olé” anterior… pues… digamos que no es tan trascendental como manifestando mi superioridad -que es evidente- claro, soy superior a una hormiga… incluso a una idea, pues las ideas no deciden, ni se equivocan, ni aman, ni lloran. Aquel “Olé” iba más bien iba en tono de chiste, broma, mofa, guasa, wazzzup…, ¿ya?
Ahora, con esta frase de tu otro comentario: “Sus actos derivan de nuestro asco hacia ellos”…, esto hay que matizarlo. ¿Quienes son ellos? Además ¿Cómo sabe un fulano que me da asco? ¿Lo siente porque no lo invito a comer en mi mesa? ¿A beber con mis vasos? ¿A hacer mierda en mí baño? Creo, mi estimado Juan, que con esa afirmación te quedaste corto. No le demos un tono tan dramático de “clase social” a los problemas de nuestro país. Las clases sociales siempre han existido y NUNCA dejarán de existir. Siempre hay uno que tiene más… uno que tiene menos… y ya que mencionas a George Orwell, me imagino que has leído “Animal Farm”, pues allí se ilustran muchas cosas sobre los fines ocultos de la lucha de clases… los cerdos que quieren ser ricos…. Quitar a unos tontos para poner a otros… y así el ciclo de la vida.
Los actos de esta gente que me dan asco como tu dices, son a causa de la ignorancia, de la corrupción de todos –no sólo de los de arriba, seamos justos-, de la guerra, de las familias desunidas, de un formación moral casi nula –y no hablo de religión eh-. Mi estimado amigo, si vamos a tratar de los problemas de la sociedad, creo que no hay que pensar mucho, ni tirar bombas de humo. Remontémonos a la clase de Estudios Sociales de primaria: LA FAMILIA ES LA CÉLULA BÁSICA DE LA SOCIEDAD. Cómo es la familia… allí la sociedad.
…pero… ¿Cómo pedirle a una familia hambrienta que sea fundamento de la sociedad? ¿Que se preocupe de la moralidad de sus actos? Buena pregunta… tal vez, si propusiéramos una solución a esto pues todo pintaría distinto. Lo que quiero reforzar con esto, es que en LA FAMILIA está la solución. DÉMOSLE A LA FAMILIA LO QUE SE MERECE –moral-cultural-fisiológico-. Primero a la nuestra… que con esto seremos capaces ayudar al resto.
ÉXITOS A TI AMIGO,
Besos Cris.
Y a los demás… un abrazo.
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