Jul 29, 2008

Te va a dejar el tren

La mayoría de gente tiene un plan. Independientemente sea uno a corto plazo, reducido a "pasar el examen de hoy", "empezar una dieta el lunes" o "ver la película que se estrena el finde" o uno a largo plazo, como "sacar una maestría y un doctorado", "viajar por el mundo", "casarme y tener hijos", ni siquiera quienes nos jactamos de decir que amamos la improvisación podemos afirmar que vivimos a ciegas, porque por lo menos someramente, tenemos un boceto del camino que queremos seguir.


Sin embargo, a veces el plan personal se aleja del plan que la sociedad ha formado después de que la costumbre, las tradiciones y la convivencia, le han hecho creer al mundo que hay una manera uniforme de vivir, y que debe aplicarse aunque los sujetos no seamos una masa uniforme.


Saco el tema a colación debido a las preguntas que me hacían el otro día en una boda. Invariablemente, desde el extraño que acababa de conocer en la fila de los tequilas hasta el más querido y antiguo amigo de la familia, preguntaban: "¿Y tenés novio?", pregunta a la que después de mi negativa seguía la de "¿Y cuantos años tenés?". Tengo más que claro que la intención con la que iba encaminada la pregunta podría haber variado depende del sujeto cuestionador, y sin embargo, no faltaba nunca. Como sí yo sola era un ente al que le faltaba el complemento. Como sí estudiar, sacar una carrera, soñar con hacer muchísimo más después de eso, no es suficiente. Como sí un futuro en el que una boda podría o no estar, es un futuro triste y al que ninguna persona debería someterse.


Yo lo tengo claro. No todo es para todos. No todos nacimos para ser McGyver, o payasos de circo, estrellas de rock 'n roll o presidentes de la nación (Nene, nene, que vas a ser, cuando seas grande!). A algunos se les da el estudio, a otros la poesía, a unos la parranda y a otros la meditación oriental. A algunos se les da todo lo anterior, combinado o en diferentes etapas de sus vidas. Algunos traen para casados y otros para solteros. Algunos podrán saberlo desde ahora, y otros quizá lo sepan la próxima decada, después de muchos intentos fallidos como McGyver, o como payaso de circo. El punto es que nadie tiene porqué saber de antemano si trae o no trae para algo tan serio como el matrimonio. Y mal está la sociedad en pensar que es el único camino o una manera de medir a la gente (¡sobre todo a las mujeres!) por el complemento que "les falta".


Mal están los viejos que predican como maldición aquello de "Te va a dejar el tren", cuando no saben si todavía no he llegado a mi estación o sí prefiero caminar. Quizá prefiera caminar por años antes de que ese miedo idiota de llegar a vieja y sin pareja, me haga escoger con la cabeza lo que es del corazón.


2 comments:

euramirez said...

arjona? y que paso con el musical?

O A R said...

jajaj me gusto la frase final, y creo que decidir vivir a la intemperie o a lo que salga si puede ser considerado un plan de largo plazo.

Creo que si tenes razón, el tren no es para todos. Ademas a veces es mas seguro tomar un taxi o manejar uno mismo.

Inclusive a veces es mejor no tomar un tren cualquiera y terminar teniendo que saltar de el mientras en movimiento, porque hasta después de subirte a la carrera te das cuenta de que no se dirige a la estación que tu querías.