De sal y metal

Trataba de no reírse pero era imposible. Estaba parada desnuda frente al espejo. Tenía 21, pero… parecía de quince. Los ojos ya no enfocaban muy bien, sabia que esta vez se le había pasado la mano, el cuerpo no le respondía, pero eso le gustaba, porque cuando se tocaba, por un segundo, pensaba que era otra persona. La boca la tenia seca, pero tenia una película delgada de sudor que le cubría todo el cuerpo, se acercaba al espejo para poderse ver mejor… para que le diera mas risa. Cuando se acerco lo suficiente logro ver dos soles negros en un mismo cielo verde… y se recordó que estaba llorando.

Se alejo del espejo… se dio la vuelta y se acerco al tocador de donde levanto una pieza de cerámica con una tonalidad rosa y una forma peculiar una forma que no parecía reconocer en ese preciso momento pero que sabia que conocía. Se empezó a reír para pronto empezar a llorar. Se acerco la pieza a la boca hasta que la sintió con los labios… primero la sintió fría pero después pudo saborear lo salado de sus lagrimas… la soltó y se quebró en el suelo… vio los pedazos y fue cuando decidió lentamente pararse sobre ellos… al principio sintió el filo contra su piel, pero algo dentro de ella la convencía para seguir haciendo presión, los pedazos se quebraban en secciones mas pequeñas, poco a poco empezó a sentir aquella sensación parecida a la seda pero liquida, empezó a ver como aquel jarabe mientras se escurría por debajo de ella empezaba a hacer patrones, le gustaba ver los patrones, cuando se dejaban de formar se movía un poquito y mágicamente empezaban a crecer. Quería que nunca se dejaran de formar los patrones con aquella seda liquida.

Se agacho hasta poder ver su reflejo sobre el liquido espeso, cuando se logro ver se volvió a reír… se toco en aquel liquido luego se vio los dedos, jugo un poco con el liquido y después lo probo… ya estaba frio por el suelo, pero tenia un peculiar sabor…. Metálico.

Decidió agarrar un poco más… se lleno las manos, y se empezó a tocar la cara, los ojos el pelo… se empezó a diluir el liquido con las lagrimas y decidió acostarse decidió quedarse revolcándose en un lodazal de sus propia sangre y lagrimas… hasta que se quedo dormida.