El mundo cibernético y hordas de padres de familia han estallado en protestas ante la "controversial" foto de la ídolo del momento, Hannah Montana. (No se sienta mal el lector si ignora quien es la susodicha, aparentemente hay que tener entre los 6 y los 12 años para saber quien es, o tener demasiado tiempo libre y acceso al Disney Channel, o tener sobrinos o parientes en ese rango de edad. Cualquier otro caso, considerese excepcional).
Resulta que la individua, posó para el lente de la inigualable Annie Leibovitz para un cover de Vanity Fair. Aclaro que soy gran fan del trabajo de Leibovitz en el pasado y no niego el status de landmark que tiene en cuanto a retratos comerciales se refiere, por haber sido la autora de fotos que están grabadas a fuego en la mente de cualquier persona que no ha vivido debajo de una piedra en los últimos diez años. A pesar de eso, siento que la foto carece de la originalidad que ha caracterizado el lente de Leibovitz, y es un retrato más, parecido a cualquier foto de bachiller salvadoreña (ok, con una sabana, menos ropa, cara de stripper con ganas de sueldo, pero claramente luchando porque el resultado sea una "foto artística").
El escandalo proviene de los padres de familia que pagaron miles de dólares solo el año pasado para abarrotar los conciertos de Hannah Montana; que cayeron en absurdos por lograr que sus descendientes vieran a la ídola; que hicieron horas de cola por un autógrafo, y que tienen que aguantar a sus retoños mientras cantan las canciones de la mini diva como si no hubiera mañana. La crítica viene a ser que cómo puede posar así, si es una niña. Cómo se atreve, si es un ejemplo para las manadas de pubertos que inundan las escuelas primarias. Dos cosas pueden contestarseles a los indignados. Primero, con un dicho bien salvadoreño: por plata baila el mono. Segundo, ¿cómo pretenden exigirle la santidad a una mocosa a la que canonizaron sin consultarle, y que probablemente nunca tuvo la intención de ser la Madre Teresa de las escuelas primarias? No digo que la controversia sea exagerada, ni defiendo la foto. Critico la doble moral, de subir a un pedestal a una quinceañera y esperar que actúe como centro moral del universo, cuando se sabe que está sujeta a la porquería que es Hollywood, donde se venden los principios al mejor postor y seguramente en los clasificados.
La foto quizá no era controversial hasta que la hicieron controversial. Su destino no era ser publicada en the Disney Magazine, sino en Vanity Fair, cuya audiencia, espero, dejo los retainers, las crayolas y el Kool-Aid hace años. Con la crítica y la indignación lograron exactamente el própósito de Vanity Fair y de la inculpada: vender el mayor número de revistas y ser noticia. El incentivo para Hannah Montana: la controversia vende. La próxima vez, quitate la sábana. Y todos contentos.

3 comments:
la ultima frase case me hace llorar!!! Apoyo a Miley (ojo que caigo en la categoria de sobrinos de 6-12) no soy de la categoria especial!!
pero creo que a esta bueno que haga eso, es lo que tuvo que hace Anne Hathaway... preciosa por cierto, que despues de hacer princess diaries, tuvo que hacer HAVOC y salir en kisskiss bangbang en un carro y despues con un marero!!!
GO Miley!!!
follow up al asunto: http://www.slate.com/id/2190389/?wpisrc=newsletter
en lo personal no le veo nada de malo a que una "niña" salga en ese tipo de caso por que sino que empiecen a atacar (mas) a las super modelos como kimora lee chanels face age 14! brooke shields blue lagoon tambien 14 años que ya involucraba incesto consentido la trama de la pelicula una foto de vanity fair no es nada nuevo lo unico reprochable es el setting y la idea una sabana... algo usado ya tantas veces...
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